Tus manos en mis hombros son el delicado recuerdo de algo que aún no puedo distinguir si fue realidad o ficción; siendo hidalgos perfectos de la perdición, el tiempo transcurrió dedicándose a borrar momentáneamente el vacío encubierto y nos ha designado un destino paralelo, distinto. Cada cual carga con su cruz y una fragil tangente fue la que nos unió,haciendonos escapar por un rato del triste claustro que atravesamos...
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